Un día me desperté y el mundo se había acabado

Un día una mujer se despierta y se da cuenta de que está muerta. No sabe cómo ni hace cuánto tiempo, tampoco le importa, simplemente lo sabe y no hay nada que hacerle. Nadie la ve, nadie la escucha, pero ella está ahí, pudriéndose. En su casa se respira olor a decadencia y soledad. Ella nos sumerge en su universo absurdo y surreal mientras la muerte (suya y de todxs) inunda la escena.

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