Un matrimonio, un profesor de ingles, una pelopincho y un arma cargada.
Yo me acantilo, nosotros nos acantilamos.Cada vez más al borde. La sensación de muerte seguida de orgasmo.
La piletita se tiñe de rojo...
Desde el acantilado, se presenta en clave de comicidad, y luego la trama se transforma en algo más crudo, más oscuro, más violento. Lo bizarro, lo absurdo, lo deforme, lo patético, son elementos que constantemente se mezclan en este drama. La acción está planteada, en el patio de la casa de Pola y Armando. Ellos están juntos hace 15 años, desde el inicio su vínculo está signado por el peligro, Armando dirá: “El peligro es extremadamente erótico. Sin riesgo no hay erección posible.”, y sólo parecen soportarse en este tipo de situaciones. Para jugar una vez más este juego, convocan a Rafael, profesor de inglés, con el pretexto de darle clases a Pola. Rafael, es un joven un tanto retraído, del que creen conocer parte de su pasado. En esta clase de inglés la víctima, se convertirá en victimario: “Y, ¿qué hacemos? ¿nos hundimos en la perversidad?” Él pondrá en evidencia el vacío y la pobreza de sus existencias: “La misma idea, la misma situación, pero cada vez más triste, más pobre.” Todos tienen algo que ocultar, nadie es inocente, “Esta piletita está llena de egoísmo. Y de muerte...”