Testamentos

Construir un espectáculo teatral utilizando como materia prima los textos de Francois Villon (1431 –1463) no se puede considerar una idea original, pero sí fascinante. Y si bien el teatro es un medio formidable para dar forma tangible al mundo del poeta, a la hora de dramatizar sus palabras no deja de ser rudimentario e insuficiente. Hay que echar mano a todos sus recursos: la danza, el canto, la actuación. Llevar a escena las Baladas de Villon moviliza los sentidos, ya que están plagadas de imágenes. En su devenir se accede a múltiples niveles de lectura, y se descubre que para escenificar de mejor manera sus palabras hay que ser fiel al arte escénico del medioevo... al cuadro vivo... al roce constante con lo profano.
El mundo medieval nos llega a través de Villon con una abrumadora gama de coincidencias con nuestra época. El irreverente, chistoso, mordaz, marginal y tierno Francois Villon no lo sabía, pero nosotros sí.
TESTAMENTOS es un reflejo sorprendente que nos devuelve el implacable espejo de la historia.

La obra ha sido galardona con un premio en la entrega de los Maria Guerrero de este año.

2 Histórico de funciones