Alymento

TEMPORADA 5

"Alymento" nos adentrara en una fábrica de alimento artificial, en un hipotético futuro cercano y exacerbado, en el cual, la escases de alimento por el maltrato a la naturaleza lleva al presidente de esta empresa a crear esta alternativa que salvara al mundo, según su visión. Este instara a sus empleados que desde ese momento tienen que cambiar totalmente su alimentación por el producto que allí crean. El "Alymento" ya tuvo sus pruebas con animales y ahora pasa a la etapa humana con sus empleados para demostrar a los futuros consumidores los beneficios del producto y despertar en ellos confianza.

ALYMENTO
"Un solo alimento"
Una obra de Javier Luis Fernández

Alymento obra teatral que nos invita a reflexionar sobre la sociedad de consumo y el sistema capitalista en cual estamos insertos.
Desarrollada en una fábrica cultural (IMPA), aprovecha inteligentemente las instalaciones, acompañados con el estilo musical y la vestimenta, para ambientar e introducir al espectador en la obra, incluso antes de que comience.
En líneas generales, relata las historias de los trabajadores (sus sentimientos, inquietudes, vínculos sociales, amorosos, fracasos, deseos y problemas de la vida en general) que pertenecen a fábrica, de un producto alimenticio artificial, que se ha creado luego de grandes innovaciones tecnologías, y es publicitado como uno de los mejores dentro del mercado a nivel mundial.
El mundo necesita más gente que ame lo que hace
Sociedad panóptica, consumista, de seres humanos que se transforman en máquinas, sólo válidas, para reproducir sus fuerzas de trabajo. Insertos en un mundo meramente capitalista, con todas las connotaciones que este término implica presenta el aspecto humano que en diversas ocasiones, se encuentra relegado en el ámbito laboral.
A través de los relatos de los protagonistas, Alymento nos invita a realizar un ejercicio de reflexión, develando cómo (sin darnos cuenta) el sistema nos alinea y de esta manera logra absorber nuestras vidas. Inevitablemente nos capta, a tal punto de prohibirnos un pensamiento crítico. Reproducimos, somos hormigas dentro de un sistema productivo.
Si bien es cierto que, en un primer momento, anhelamos una vida concedida por una profesión u oficio que elegimos porque nos genera placer y felicidad. Nos encontramos insertos en un sistema que nos capta de tal forma, que culmina con nuestros deseos y así gesta un sentimiento de resignación.
Vamos a trabajar, consumimos la misma "basura" que nosotros mismos producimos y de esta manera aceptamos las reglas del juego. Es por eso que el mundo necesita más gente que ame lo que hace. Caro Guzzardi