Creo que un caracol. el mismo caracol de su mantel, lo tomó entre sus antenas y lo llevó mar adentro con su caballo, hace cincuenta años.
"Príncipe Azul", pequeña y desconocida joya de la dramaturgia contemporánea que irrumpe en el alma del espectador con la fuerza de los dramas de Bergman o de Ibsen.
En el texto de Griffero, dos personajes, aparentemente antagónicos, aunque reencontrados en sus imposibilidades, cumplen con un pacto que los transportará al miedo, a la ilusión, al desencuentro y al violento careo con las frustraciones individuales. Magistralmente escrita, "Príncipe Azul" maneja un discurso, que, entrelíneas, posibilita la multiplicidad de lecturas a través de un drama que le es universal a todo ser humano.
"Príncipe Azul" se presta a la confección de delicadas atmósferas y referencias sensoriales para brindarnos un pasaje a la nostalgia, la nostalgia reinterpretada por Griffero para confrontarnos e irritarnos, para seducirnos y alejarnos de cualquier tiempo.
- ORESTES CAVIGLIA (2009)